Alex Reuss

Redactor i cofundador de L'Ampli. Un home tranquil, dels que prefereixen escoltar abans d'opinar. Això sí, vigileu, què després el paio es regala amb les seves cròniques.

JENS LEKMAN: ¿POR QUÉ NO?

Jens Lekman: “I know what love isn’t” (2012)

[xrr rating=6.5/10]

 

Desde los países nórdicos nos llega ya desde hace tiempo un pop de factura clásica, exquisito, a veces falto de brío y de emoción pero formalmente irreprochable. Lekman se inscribe en esas coordenadas para bien y para mal. Y es que hasta el sentimentalismo se puede ver mediatizado por el frío de Suecia y debe ser difícil sobreponerse a las condiciones ambientales que han moldeado tu formación como persona, casi tanto como escribir una critica de un artista escandinavo y resistirse a usar este tópico…

 “I know what love isn’t” es el tercer álbum del sueco: diez canciones sobre las que planean la sombra de una ruptura sentimental aunque no llega a convertirse en un disco monográfico sobre el tema (¡gracias a Dios!) y se mueve bien entre lo sugerido y lo exhibido, entre la anécdota personal y la despersonalización del arte en la que todos/as nos podemos sentir reflejados.

 Musicalmente, Lekman se sitúa en un pop clásico de regusto ochentero: coros femeninos, arreglos de cuerda, fantástica voz de crooner, producción cristalina, piano cuando lo requiere la ocasión, sonido mainstream (Lekman es un músico indie en el sentido original de la etiqueta: por publicar en un sello independiente de Indiana, Secretly Canadian); salvando las distancias no está muy lejos de la revisión que hacia Destroyer de los new romantics en su disco Kaputt (con mucho más mordiente Dan Bejar que Jens Lekman, que quede claro).

Pero bueno, se le interroga al que hace de crítico, ¿me lo bajo o no? Pues sí, ¿por qué no? Si buscamos el acontecimiento único e irrepetible en la música, la aparición de uno de esos grandes grupos que hacen que se mueva la tierra bajo nuestros pies, nos vamos a aburrir mucho, así que, ¿por qué no escuchar a Jens Lekman? Además, nuestro cantante tiene madera de gran músico y temas solventes, solo le falta tiempo y encontrar su propia voz porque, para quien no lo sepa, tres discos no hacen una carrera, apenas un comienzo.

LOS PUNSETES: DIVERTIMENTO SERIO

Los Punsetes: “Una montaña es una montaña” (2012)

[xrr rating=7.2/10]

Son divertidas las polémicas que desatan Los Punsetes entre crítica y público. Insultos, ristras de comentarios radicales, “lo mejor del pop nacional”, “mediocres”, muestras de estupefacción, de incomprensión… El debate tiene su interés aunque más por lo que dice de la banda madrileña (y creo que la pelea viene dada por lo que dicen o, mejor, no dicen, sus letras que por su propuesta estrictamente musical) que por lo trascendental de las posiciones enfrentadas que, en síntesis, representan un purismo muy pagado de si mismo y el fenómeno fan en clave indie, que también existe, sí señor.

Como solo el tiempo es capaz de darnos la perspectiva adecuada para valorar la importancia o la significación real de un grupo y como no acabo de confiar demasiado en las dotes adivinatorias de Sandro Rey (“y tanto, faltaría más, el 55,015”), habrá que tomar partido aquí y ahora: a mi Los Punsetes me encantan. Más allá de intentar determinar si han nacido para redimir la escena indie estatal o tratan de tomarnos el pelo, me parece que tienen un sonido propio y un universo temático, en unas letras aparentemente sencillas, que se nutre a partes iguales de pesimismo, estoicismo y humor negro.

“Una montaña es una montaña” es un disco más robusto, más compacto que LP2 (2010). Quizás tenga mucho que ver en ello el cambio de productor: El Guincho sustituye a David Rodríguez, ex-Beef, y esto se traduce en una ganancia de homogeneidad y en una mayor concentración estilística. Las guitarras suenan aceradas, vertiginosas (‘John Cage’ es un buen ejemplo de ese exquisito gusto de Los Punsetes por las guitarras y sirve como muestra, en serio o cachondeándose. de su prédica de la renuncia al deseo como actitud vital), destacando por encima de la voz de Ariadna y el efecto que crean, en general, es seco, cortante, acentuando la filiación siniestro-punk de las canciones de Los Punsetes, como en ‘Los glaciares’. Pero es un error destacar tal o cual tema por encima del resto porque en este disco, como en ninguno de los dos anteriores, lo que prima es la unidad y la coherencia.

Se puede leer por ahí que este es un álbum de madurez. No estoy muy seguro de que la propuesta de Los Punsetes no estuviera “madura” desde el minuto cero y que ahora solo estén acentuando o cambiando el orden de los elementos que siempre han estado ahí. En disponer de una personalidad claramente definida y cerrada reside su mayor logro y su mayor riesgo. Pero ahora, para l’Ampli está claro: compren, son caballo ganador.

THE WALKMEN: SI NO LOS AMAS YA, LO HARÁS

The Walkmen “Heaven”(2012)

[xrr rating=8.2/10]

La verdad es que una vez te dicen “tú vas a hacer la crítica del nuevo disco de The Walkmen” te animas. Entonces lo escuchas y comienzas a tener un problema: el disco es muy bueno, pero realmente hay que ponérselo y vivirlo para poder entender la sensación de placidez que transmite. O sea, difícil tarea.

Todo el álbum se puede describir como “soleado” o “luminoso” y comenzar a decir que los tipos al fin son felices a pesar de lo problemas y demás. Pero, de verdad, todo se queda corto ante lo que transmite el disco. Comienza con una guitarra acústica en la creciente “We can´t be beat” y eso ya es un cambio. Ya dejaron la electricidad descarnada a las alturas de You &Me (2008) pero a tanto no llegaban. Continúan con un sonido clásico y bastante claro, pero con más brío que en el anterior Lisbon (2010). Y esta dinámica genera, por ejemplo, tres canciones para no olvidar: “Love is luck”, la tremenda “Heartbreaker” con ese intermedio fantástico, y, especialmente, una canción que tranquilamente puede ser uno de los singles del año, “Heaven”. Por en medio nos encontramos con canciones escritas para la hija del cantante de la banda, Hamilton Leithauser, “Song for Leigh” o “The witch” con ese órgano que amplía la canción, la épica de “Nightingales”, y la energía de “The love you love”. Todo ello para llevarnos al relajado final de “No one ever sleeps” y “Dreamboat”.

En el disco están los Walkmen de siempre, pero son otros. No parecen tristes ni cabreados. Los chicos de Leithauser (que voz tiene este hombre, de verdad) están contentos, son padres, disfrutan con lo que hacen y nosotros sólo podemos agradecerles que su tendencia al clasicismo esté dando frutos cada vez mejores. Porque si haces algo muy bien no hace falta que te dediques a inventar. Y, en parte, eso también es madurar ¿no?

Bueno, la crítica está casi acabada y a pesar de las descripciones que se hagan o se insinúen o las imágenes que el modesto escriba trate de avocar, este es un disco que hay que escuchar, que hay que vivir, y disfrutar de la sonrisa que te pone en la cara.

Texto: Víctor M. Paredes

JOAN COLOMO: BENDITA LOCURA

Joan Colomo “Producto interior bruto Vol. 2”(2012)

[xrr rating=6.5/10]

La verdad es que si uno lo piensa la escena musical catalana no deja de tener candidatos a sorprendernos de forma positiva e incluso dejarnos momentos francamente buenos. Y este es el caso de Joan Colomo, esa especie de trovador moderno de un mundo que es el de todos pero que parece que sólo conozca él.

Tras financiarse en parte mediante el sistema de micro aportaciones, aquí tenemos el segundo volumen de las crónicas de la mente de Colomo. Canta tanto en catalán y en castellano, y la verdad es que cuando lo hace en la primera parece ciertamente poseído por el deje de voz de un joven Albert Pla. Pero no estamos ante un imitador del excéntrico cantautor, estamos ante un músico con voz propia. Desde la música pop nos adentramos en nanas infantiles como ‘El fong i el llangardaix’ que, por cierto, tiene un inicio de coros bíblicos para recordar. Nos lleva también por pop de bajo prominente y arreglos de cuerda en ‘De luz y de color’, para cantarle luego al típico árbol de cementerio en ‘El xiprer’ en un tema íntimo y delicado, y después estalla la verbena technicolor de ‘Ebri’. En definitiva, que Colomo no nos deja acomodarnos en ningún momento durante el disco, llevándonos de un sitio a otro y mostrándonos las diferentes caras que tiene, con joyas como ‘Producto interior bruto’, la canción.

Pero por otro lado hay canciones un tanto cansinas, como la chistosamente titulada ‘Ya ves, Andrés’ o ‘Perdut’. Y se acaba teniendo la sensación de cierta dispersión durante la escucha del álbum que quizás habrá que ir corrigiendo en los próximos discos, ya que esperamos que saque más. ¿Por qué? Porque su lírica curiosa, los hallazgos descriptivos y canciones como esa aportación político social (a su manera) que es ‘Els destil·lats i la constitució. Segona Part’ te dejan con ganas de saber más cosas de Joan Colomo.

 Texto: Víctor M. Paredes

Inspira, respira, final de gira!

16/16/2012 – L’Auditori

Nit de comiats a L’Auditori: els Inspira digueren adéu a la capital catalana en el darrer concert de la gira d’Escapistes (malgrat que han afegit algunes dates al seu exigent calendari). La magnífica Sala 3 Tete Montoliu, on tingué lloc l’acte, lamentablement també s’acomiadà, en aquest cas, dels concerts de música “moderna”.

Aquesta, però, va ser l’única notícia negativa de la nit. Després de dos anys voltant amb el disc els Inspira poden respirar tranquils, la feina està feta i molt ben feta. El directe ofert en aquesta ocasió no fou pas la nota discordant, ans el contrari, els músics es coneixen la partitura a la perfecció, no hi ha dubte, i tot sonà magníficament bé. Amics i admiradors no volgueren faltar a la important cita i ompliren una sala on es creà i conservà un ambient familiar, íntim.

En Pau Vallvé (a qui descobrírem arrecerat a l’esquena d’en Jordi Lanuza) col·laborà, com en moltes altres ocasions, a la segona bateria, nodrint de força la percussió. La Maria Coma feu acte de presència sobre l’escenari per interpretar, com en la gravació del disc, Sona el despertador, tot afegint a l’inici una elegant introducció. L’Enric Montefusco d’Standstill també afegí la seva veu a Onades de nit i Anaïs Pascual, Ricky Lavado (Standstill) i Valen Nieto (Raydibaum) aportaren igualment el seu granet de sorra. El respectable, al que cal no oblidar, socorregué gustosament la treballada gola del cantant corejant la lletra de Focs i brases cap el final del concert.

El repertori no resultà excessivament sorprenent, tampoc es pretenia: un repàs gairebé integre d’Escapistes, tres temes interpretats del seu anterior treball: Passatger, Dofins i Cova placenta (de l’àlbum homònim). I com a cirereta tres noves perles que Inspira ens regalaren per arrodonir la vetllada. Dues tinguérem la sort d’escoltar-les els assistents al concert que la banda oferí el passat desembre al Music Hall: Cantem més fort que mai i El refugi de les hores. Val a dir que es notà (percepció personal) el procés d’assimilació i perfeccionament de les cançons que sonaren més madures que en l’anterior ocasió. La tercera, Amunt, resultà ser un bonic solo a la veu i guitarra del vocalista, una mostra més de l’elevat volum de sensibilitat contingut dins aquest GRAN home.

L’espectacle musical finalitzà i l’escapista no fugí d’estudi. Lanuza, amb un somriure a la cara i bolígraf en mà, assistí els presents que com un servidor adquirírem (aquest cop per regalar) algun dels seus àlbums. “Bona escapada” escriu a la dedicatòria, bon i merescut descans li desitgem nosaltres (sabedors, malgrat tot, que el dia 20 estarà al Petit Burg Festival amb nosaltres).

La presentació del seu proper disc s’espera pel febrer del 2013 i rere aquesta una previsible nova i llarga gira.

Text: Alex Reuss

Fotos: Maria Carme Montero

Minimal21: trip hop D.O.

En una escena musical autòctona dominada mediàticament pel pop-folk, propostes com les de Minimal21, que s’autoclassifica com de pop electrònic, criden l’atenció.

Sense fer gaire soroll, el conjunt format per la Núria Tamayo i el Sergi Venteo ja compta amb dos llargs sobre les espatlles: “L’habitació del fons” (2010) i el recentment publicat “El fil d’Ariadna” (2012), que van presentar el passat 9 de juny a la sala Music Hall, un dels millors racons de Barcelona per escoltar música en viu.

Enmig d’una escenografia senzilla però efectiva – que jugava amb clarobscurs i projeccions de formes abstractes – aparegué la Núria, una noia tímida vestida de blanc (veu i ànima de Minimal21) acompanyada pel Sergi a la guitarra i tres incorporacions tant noves com el seu darrer àlbum: Marco Morgione, ex baixista de Glissando*, el polifacètic Xavi Martín a la bateria i Adyo a les mescles.

El primer single, Ariadna, va agafar per sorpresa un públic format per familiars i curiosos, tant tímid com la delicada veu de la Núria (càlida però a la vegada distant i màgica, com si d’una narradora omniscient es tractés). De seguida ens vam endinsar en un laberint de lletres poètiques i imatges intenses que s’esvaïen en un so que buscava un equilibri entre el synth pop i el trip hop, i que beu de grups com Portishead, Morcheeba  o els mateixos Glissando*.

Els arguments universals de Minimal21 són la fragilitat de l’amor i l’experiència vital, ja sigui a través d’escenes mítiques (Ariadna, Lluna d’abril) o via passatges més costumistes, com en l’aconseguida Paral·lels, un duet entre la Núria i el Valen Nieto, que tampoc es perdé la cita al Music Hall.

La transcendència de certes cançons es compensava amb les constants referències al públic i els moments distesos, com quan el Sergi es va adreçar a l’auditori amb la veu distorsionada, estil Darth Vader.

El hit radiofònic Nina de bronze trencada tancà un concert de notable, amb moments intensos i ben travats, però també amb certs esculls on mancava força i seguretat, possiblement degut a la falta de rodatge del grup en directe, que no va acabar de fer honra a l’excel·lent treball d’estudi, mereixedor sens dubte d’una major atenció.

Text: Elisenda Lamana

Fotos: Sara Solé

DAVID LYNCH: TAN OSCURO EN LA MÚSICA COMO EN EL CINE

David Lynch – Crazy Clown Time (2011)

[xrr rating=7.5/10]

Películas como ‘Eraserhead’, ‘Lost highway’ o ‘Mulholland Drive’ muestran la fascinación por lo insano, ilógico y extremo. Ese es el cine limítrofe de David Lynch donde nada queda al azar; todo elemento cobra significado siendo la música un potente protagonista. Jazz desolador, estridente, industrial, voces angelicales o perturbadoras disonancias escoltan las escenas del maestro de Montana.

En un paréntesis cinematográfico y tras muchas piezas propias incluidas en sus películas, Lynch ha decidido por fin decir la suya en la industria sonora haciendo honor a su reputación de intelectual multidisciplinar. Un debut musical que responde a una exacerbada inquietud creativa y que nace bajo su sombra.

Es complicado afrontar cualquier obra de David Lynch si no eres amante de lo extraño; ‘Crazy Clown Time’ (2011) es genialidad y rareza a partes iguales como cabría esperar del creador de algunas de las imágenes más turbadoras del cine y la televisión. La luz brilla por su ausencia y la mayor parte de los 14 temas que componen el disco parecen un viaje a la oscura mente disociada del Fred Madison de turno.

Si bien el propio Lynch ha preferido hacer casi todo el trabajo vocal del disco, distorsionándose a sí mismo hasta límites insospechados, Crazy Clown Time arranca de la mano de Karen O, vocalista de Yeah Yeah Yeahs, convirtiéndose ya la primera canción en toda una declaración de intenciones: un lenguaje retorcido, dantesco y arcano donde lo excéntrico, lo inquietante y lo misterioso se conjuga para sobrepasar las capacidades del espectador.

Se adivina una crítica a la coyuntura actual, la pobreza cultural, la falta de ambición y cierta nostalgia por tiempos mejores. Una especie de extensión de su universo fílmico en el que cada tema transmite unas sensaciones que componen su propia película, y donde cualquier fan podrá citar casi de forma automática la hipnótica serie Twin Peaks al escuchar ‘These are my friends’, la atmósfera esperpéntica de Blue velvet en ‘The night bell with lightning’ o una encendida discusión entre Sailor y Lula en ‘Football game’.

El sonido Lynch viene a ser un homenaje a amigos y colaboradores, de Bowie a Byrne, de Adamson a Moby, con especial mención al Badalamenti de los momentos desquiciados. Todo ello junto a la electrónica más oscura de los ochenta, algunas bases de trip-hop, unos toques de rock transgresivo y el fluir por una carretera tenebrosa. Toda esa amalgama evoca una banda sonora huérfana y es que, como sus films, no se trata de música para el gran público. El imaginario personal del poliédrico artista norteamericano resulta tan retorcido y visionario que el oyente corre el riesgo de perderse en un trayecto con múltiples desvíos. Sea cual sea el destino final, aplaudimos ese imperioso deseo de transgredir y su osadía al presentar su Inland Empire sonora particular.

Texto: Marc Batalla


Dear Prudence: L’entrevista

Sí, hola? Us truquem de L’Ampli. Què tal, com anem? On pareu? Nosaltres? A la porta del Sidecar. Com? Romesco? Diuen que estan sopant a un lloc que es diu Romesco… I on para això? Al Carrer Sant Pau… molt bé, anem cap allà.
En cinc minuts arribem a l’esmentat restaurant i establim contacte visual amb els Dear Prudence, una banda a la que no coneixem personalment ni hem escoltat en directe. Els temes que tenen penjats a Internet sonen molt bé, raó per la qual ens animàrem a demanar-los una entrevista.
Escuren els plats, deuen ser ells. Es produeix l’intercanvi de mirades típic de qui no s’ha vist mai. Efectivament, som els de L’Ampli i tenim unes quantes preguntes a fer-vos.
Petons i encaixades de mans. De seguida el clima es torna agradablement distés, fet que aprofitem per colar la primera qüestió:

El grunge, etiqueta amb la que sovint us han relacionat, a més de ser una manera de fer música, emmarcava tota una visió pessimista de la vida. Us identifiqueu també amb aquesta vesant?

No… no – s’afanya a dir la vocalista – però tot seguit fa una pausa i sembla fer un repàs mental a les seves creacions. – La de les lletres és ella – intervé l’Ik – per això la mirem tots. L’Anna no s’hi pot estar i ens aclareix que “la visió pessimista a nivell de grup ni de conya! Tot el contrari! No podem estar dos minuts sense fer broma”. I és cert, la conversa és un esdevenir constant de riures i bon rotllo.

La Carolina, finalment, amb un to més seriós i reflexiu ens explica que “les lletres parlen de tot el que m’ha emocionat, de les relacions personals, amors, odis, inseguretats… però no es pot parlar de pessimisme. Gens!”.  El suïcidi no entra en els nostres plans – puntualitzen entre rialles.

Tradicionalment cantar en anglès en aquest país semblava no tenir futur. Penseu que és una tendència que està canviant?

Sembla que sí. Fa anys van sorgir uns quants grups que utilitzaven l’anglès en les seves lletres, poc després, però, van posar veto a tot el que fos cantar en aquesta llengua. Si no ho feies en castellà no hi havia res a fer. A Barcelona, posteriorment, si no ho feies en català tampoc et menjaves un “rosco”. Ara torna a haver cabuda per l’anglès: Russian Red, Maika Makovski… – Possiblement fos també una qüestió de coneixement – puntualitza l’Anna – Ara la gent està més acostumada a escoltar música en diferents idiomes.

Probablement estarem d’acord en que als noranta, la banda “grunge” espanyola per excel·lència van ser els Dover. Justament una banda amb dues components femenines que cantaven en anglès. Us importaria imaginar-vos d’aquí uns anys fent música electrònica, utilitzant  ritmes africans, composant lletres més poperes?

– Ara no, però no se sap mai – comenta en Dedé, fins llavors menys participatiu a causa del seu rol de community manager que l’empeny a actualitzar el Twitter de la banda amb notable assiduïtat (i li estem molt agraïts!). L’Ik ens explica confiat que té un passat: – Fa uns anys, amb una banda de techno-pop, vaig acabar en pilotes al Sidecar! Això no ho posareu, oi? –  La insistència de la resta del grup, ho sentim, ens obliga a esmentar aquest passatge biogràfic lleugerament pujat de to.

Dear Prudence, com heu explicat en més d’una ocasió, és el títol d’una cançó dels Beatles. La lletra d’aquest gran tema és extremadament simple. Creieu que el secret d’una bona cançó recau més en la lletra, en la música, en la manera de cantar-la?

Crec que ningú sap on està el secret d’una bona cançó – respon la compositora – Particularment no dono més importància a una cosa que a una altra, quan composo primer va la música i després la lletra. A vegades, malgrat això, hi ha paraules o expressions que m’agraden des d’un inici i que haig de col·locar sigui com sigui dins la melodia – .

La resta de la banda reconeix que la Carolina du el gran pes de la composició però estan d’acord en què darrera hi ha un treball de local on cada component hi aporta el seu toc personal: – Cadascú se la de fer seva – afegeix en “Gran Miranda”.

Hem llegit que, per motius econòmics, preferiu esperar per gravar el vostre primer llarga durada i així poder oferir al vostre públic un producte de qualitat. Cada cop compteu amb més seguidors, contempleu com a possible l’opció del crowd funding?

– contesta l’Anna – de fet n’hem parlat. L’Ik ens explica que “no fa gaire un col·lega em va ensenyar el vídeo d’una banda amb la que toca. És rotllo viral i han tingut un munt de visites. Pretenien aconseguir la col·laboració de la gent i de fet ja han recaptat gairebé tot el que necessiten”.

La particular sonoritat de la música dels 60, 70, 80… Creieu que la dels 90, sovint menystinguda, està rebent actualment el reconeixement històric que es mereix?

És cert – afirma la Carolina – hi ha com un ressorgir dels 90, però no tan sols a nivell musical. Ara a la MTV, per exemple, tornen a fer Beavis and Butthead! Hi ha com una tornada a les tendències d’aquella dècada que a nosaltres ens ha vingut “de perles”– . En Dedé puntualitza i ens explica que “no fem la nostra música pensant en la moda sinó perquè ens agrada. Ara bé, si tornen els 90 per nosaltres de puta mare!”.

Ambicioneu una brillant trajectoria discogràfica, una vida a la carretera carregada de concerts o principalment passar-vos-ho bé i el temps dirà?

– Que ens toqui l’Euromillón, a partir d’aquí… – bromeja la cantant –  Tant de bo ho poguéssim tenir tot, malgrat que passar-ho bé ja ens ho passem de conya des que vam començar a tocar – . L’Ik afegeix que “fer vida a la carretera és una joia. Te’n vas de bars després de fer la prova de so, vermutito…”, fent clara al·lusió al tiberi i les copes que s’han ficat al cos aquell mateix vespre. – S’ha de dir – continua la vocalista – que portem poc temps i que encara no hem fet molts bolos.

Estem acabant l’entrevista i, donat que sovint se us pregunta per les vostres influències, ens agradaria saber amb quina banda, actual o històrica, us agradaria marxar de gira.

Buff – sospira el guitarra –  amb això ens fotríem d’hòsties. L’Anna ho te claríssim i respon automàtica i sorprenentment Queen. Ara, el súmmum de la perplexitat arriba amb la resposta de la Carolina, qui marxaria amb l’Olivia Newton John per cantar amb ella Xanadú! – Som molt eclèctics – s’excusa rient la teclista. El consens arriba amb bandes d’una sonoritat més semblant a la que practiquen: Nirvana, Pixies. The Breeders…

Doncs res, això és tot. Ara som nosaltres els que ens disposem a sopar i seguidament tornar cap el Sidecar per a escoltar-los, ara sí, en directe (la crònica del concert la vau poder llegir no fa gaire a L’Ampli). La banda es retira no sense abans recomanar-nos les croquetes de pernil, les quals, per cert, estaven molt bones.

 Dear Prudence són:

Carolina Delgado: Veus i guitarra rítmica
Anna Castañé: Veus i teclats
Ik Miranda: Guitarra
Dedé Camprubí: Baix
Jotaeme Balibrea: Bateria

SPIRITUALIZED: CONSTRUYENDO EL PRESENTE DESDE EL PASADO

Spiritualized: Sweet heart, sweet light (2012)

[xrr rating=7/10]

Jason Pierce es un superviviente. No solo sobrevivió en el 2005 a una doble neumonía que lo tuvo ingresado en la UCI al borde de la muerte sino que, y lo que es más importante para el caso, sobrevivió también a la disolución de Spacemen 3, grupo imprescindible de los 80, aunque las etiquetas se revelan inútiles para encasillar a un artefacto sonoro capaz de deglutir cualquier género del rock y devolverlo marcado a fuego con su propia identidad musical.

Y sobrevivir a Spacemen 3 significa que la propuesta de Spiritualized no es un asunto menor ni anecdótico. Si Ladies and gentlemen we are floating in space (1997) fue un acontecimiento único y difícilmente repetible (todos/as lo sabíamos), los siguientes lanzamientos de Pierce y Cía. mantienen el tipo con notable dignidad, avanzando hacia un rock’n’roll de tintes soul, atemperado por medios tiempos atravesados, de vez en cuando, por arrebatos de electricidad excitantes y nostálgicos.

Sweet heart, sweet light es el encuentro, en clave Spiritualized, entre los Rolling Stones y Primal Scream (en su papel de imitadores de medio pelo de Jagger y Richards). Pero en Pierce no hay atisbo de revival ni copia, sino de construcción de un discurso musical propio partiendo de lo ya superado. “Sweet Jane”, una de las cumbres del disco, remite a The Velvet Underground y deja ganas de seguir avanzando; “Little girl” levanta el pie del acelerador y retoma cuerdas y coros de discos anteriores; “Get what you deserve” se baña en distorsiones oleosas marca de la casa en un tema que presagia una apoteosis que no llega; “Too late” se estructura como un himno sostenido magníficamente entre la épica y el exceso; “Heading for the top now” es la “Electricity” de Sweet light… y la comparación nos enseña que, primero, Pierce está en otro momento musical y, segundo, que a veces es mejor no comparar. A partir de “Freedom” el disco pierde algo de fuelle pero aun y así este último tramo del disco se escucha con placer porque Spiritualized tienen tablas y solvencia para defender hasta sus momentos menos inspirados.

Así, no dejen de escuchar a Spiritualized, la demostración de que Jason Pierce sigue engrandeciendo su propia leyenda musical. Porque hay coherencia y deseos de seguir tocando rock’nroll en la evolución del ingles desde Spacemen 3 al Ladies and gentlemen… hasta llegar a este Sweet heart, sweet light. Y la innovación y el riesgo que queden para los jovenzuelos ambiciosos…

MARK LANEGAN BAND: ES LO QUE TIENE HACERSE MAYOR

Mark Lanegan Band “Blues Funeral” (2012)

[xrr rating=7/10]

Pues eso mismo, este es un disco de alguien que tuvo un grupo de juventud, ¿se acuerdan de los ya lejanos Screaming Trees en medio de la marea de Seattle?, y que posteriormente ha iniciado una carrera en solitario, amén de miles de colaboraciones. De estas piensen en Soulsavers, Isobel Campbell o Greg Dulli en The Gutter Twins. Y claro, al final algo aprendes de todo ello y muchas cosas se te van pegando de los demás. Este camino si quieren le llaman madurez, pero también podrían llamarle aprendizaje, refinamiento, abandono de lo superfluo o como quieran. Por cierto, como resultado a veces se mejora y a veces no.

Esta es una de las veces en las que este proceso es positivo. Con un estilo reconocible tras el ya lejano “Bubblegum” Mark Lanegan se presenta con un muy buen disco en el que su blues personal se mezcla con texturas electrónicas, sorprendiendo el nuevo uso de los teclados y algunos ritmos del disco. La sorpresa superlativa es “Ode to sad disco”, una canción electro, homenaje al tecnopop de los ochenta. Así, como lo están leyendo.

La sonoridad del álbum viene marcada por la profunda voz de Lanegan, que desgrana sus historias de religión, miedo y muerte. Su narrativa y tono tiene muchos puntos en común con Nick Cave, aunque el uso de los elementos comunes es muy distinto. En este disco vemos la mezcla de los anteriormente citados teclados y elementos cercanos al techno con trallazos rock como “Quiver Syndrome”, una de las estrellas del disco y que contiene unos fantásticos coros stonianos. También, por supuesto, nos topamos con ese blues marca Lanegan: soberbia “Bleeding Muddy Water” o “Phantasmagoria Blues”. Durante todo el disco llama la atención la maestría con las que se domina el terreno y se unen a las perlas antes citadas otras como la más pop “Harborview Hospital” o la balada “Deep Black Vanishing Train”.

Sí, un buen disco, algo lastrado por algunas composiciones que no acaban de brillar al nivel que las demás (no las citaremos aquí para que todos vosotros podáis descubrirlas y debatir sobre ello, que es algo que siempre está bien y añade libertad al asunto). Y ese quizás es el mejor resumen, que la madurez nos lleva a refinarnos y mejorar, pero que no es oro todo lo que reluce. Y es una pena porque lo que reluce en este disco es de muchos quilates.

Texto: Víctor M. Paredes