La Habitación Roja

Deleste Festival 2015

Viernes 23 y sábado 24 de octubre de 2015. Espai Cultural La Rambleta. Valencia

Por fin! Tras tres ediciones anteriores del Deleste, esta era la primera vez que se me abría la oportunidad de acercarme a L’Espai Cultural La Rambleta y disfrutar de la sonoridad de su auditorio principal (escenario Budweiser) y comprobar de primera mano el calificativo “gourmet” que han estado lanzando para este festival. No lo iba a desaprovechar.

Y con ese deseo de degustar platos exquisitos me presenté el primer día a La Rambleta, llevando en la cabeza The boxer de Simon & Garfunkel que había escuchado en el hilo musical del bar donde previamente me había tomado el café para prepararme ante el aluvión de conciertos que me esperaban. Tenía un buen presentimiento.

Gracias a la efectiva organización del festival, a las que solo se les escapo un pequeño detalle a la entrada de la actuación de McEnroe, a las 18:00 horas iniciaba el festival con We use to pray. Y qué forma de empezar. En un primer momento asocié mi entusiasmo a las ganas de festival que tenía, pero el torrente de emociones que fluyen de estos cinco chicos, canalizadas muchas de ellas a través de su vocal principal, Joecar Hanna, me hizo ver que estaba equivocado y se debía a una banda que venía a darlo todo. Y eso que Joecar comentó varias veces que el grupo tomaría derroteros separados.

Con este gran inicio en la espalda me acerqué al escenario Jägermeister con ganas de volver a ver a Tulsa. Hacía siete años que no coincidía con la voz de Miren. La noté muy cambiada y menos amarga. Con un look más peinado y con un repertorio cercano al último disco no llegaron a conectar con el público. Solo en esos momentos en que Miren se despeinó y abrió un poco las heridas del pasado consiguió que algunos pudiéramos oler a verano.

Volviendo al Deleste y a su organización, he de admitir el prejuicio que llevaba a la actuación de Pep Gimeno “El Botifarra”. Como el moderno eterno Drácula ye ye que soy, me suelo centrar en degustar la sangre fresca de grupos actuales. Y por ello, la hostia rectora que me regaló El Botifarra no se me olvidará en mucho tiempo. Con un discurso reivindicativo por la raíz, por la historia de la música valenciana, con un humor cercano, y con una voz de cantaor de taberna, el Botifarra nos deleitó con jotas, seguidillas, folias, etc., que hicieron que se produjera el único bis de todo el festival. Y mientras tanto el postureo tomando combinados en copa de balón en la terraza Grefusa.

Pasar del folclore popular a los guitarrazos de Mourn requirió de varias dosis de cerveza para acercarse al infierno. Una vez a las puertas, todo está permitido. Las tres niñatas tienen un descaro que te descoloca. Los pequeños problemas de sonido se hacen virtud. Las camisas que mi mujer se pone de pijama ellas se las ponen y derrochan imagen grunge. Empezaron y acabaron dando la espalda, sin importarles el buen momento que viven. Joder, me acordé hasta de las Breaders.

A continuación, el auditorio se llenó para darle homenaje a La Habitacion Roja. El Deleste les había otorgado el excesivo calificativo de cabeza de cartel y ellos querían degustarlo. Así Jorge y compañía, tocando en orden cronológico a como lo hicieran en Valencia en 2001, se sacaron los trucos del manco para ganarse a un público que parecía ganado desde el minuto uno. Le sobraron guiños y viejas historietas. Aun así cumplieron con las expectativas e hicieron una fiesta tocando los temas que la gente quería escuchar.

La inercia juerguil la aproveché para acercarme a escuchar al que más ganas tenia. Fucking Mike Krol!!! Esta como una puta regadera. Disfrazados de policías como bandera de su último disco, él y su banda sacaron todo el rock&roll que llevan dentro para asombro de un público que se dejaba mear un poco asustado por el descaro del americano.

Embrutecido, decidí tomarme un descanso y escuchar lo más lejano posible a El Último Vecino, el proyecto de Gerard Alegre Dòria que tantas comparaciones ha sufrido y que ya se presenta en los conciertos con un sequito más que notorio de fieles. Un sonido cuidado y una actitud despegada me sirvieron para llegar al final del primer día.

Lo terminé con Perro. No puedo ser objetivo con ellos porque desde la primera vez que los escuché sentí que debía darles la oportunidad de ser mi banda de referencia durante unos años. Así está siendo y creo debe ser para muchos.

A la mañana siguiente me presenté con mis dos hijos para que disfrutasen del Deleste Kids. Al mayor le gustó Ramírez. Parecía hipnotizado con el ex Tórtel que ejecuta todo con una normalidad que asombra. Por su parte, el pequeño se durmió con el concierto de versiones de grupos de los 90 que fue llevada a cabo por el grupo sorpresa que por todos era conocido, La Habitación Roja. El objetivo de conectar los gustos de los padres con el interés musical de los hijos no funcionó. Mi hijo mayor ya se conoce muchas canciones de ellos y esperaba cantar Indestructibles. Y también muchos padres, ojo.

A la tarde llegué con Mist empezado. Los holandvalencianos tenían bastante público para ser solo las 17:00 horas y no lo desaprovecharon. Rick Treffers parece saber de qué va esto y dio peso a su guitarrista para que jugara como en casa y acertó. Eso, unido a un acertado teclado hizo que me encendiera positivamente para lo que quedaba de jornada.

Y no tardó en llegar la gran sorpresa del festival.  Con un comienzo preciosista en solitario llevado a la perfección por Nacho, el frontman de La Familia del Árbol, puso la melancolía del auditorio a niveles elevadísimos. Pero no quedaba ahí, en el fondo se veían instrumentos para dos percusionistas que junto con el resto de la banda nos iban a preparar para la Odisea. Y vaya que lo consiguieron. Una actuación memorable lleno de intensidad, de tensión melódica.

Con la mente analítica en lo que había recibido, me bajé a tomar una cerveza y escuchar a Ocellot. He de confesar previamente que el formato de concierto en auditorio me relaja y disimula mi torpeza para expresar la música con mi cuerpo. El estar sentado ayuda mucho. Pues bien, con la banda catalana y su psicodelia quedó en evidencia mi incapacidad para moverme rítmicamente. Ocellot conecta tanto con el espectador que su música te sumerge en un sueño donde no puedes controlar casi nada. Un agrado para mí y un espectáculo adicional para los que me rodeaban.

Llegaba la hora de McEnroe y sus numerosos seguidores se agolparon en la puerta de acceso. Lleno de la formación bilbaína que arrancaban aplausos con cada canción que empezaba. Algunos intentaban sin éxito que McEnroe fuera la fiesta de La Habitación Roja, pero su música es la que es. En el ambiente sonaban temas de Rugen las Flores y de sus anteriores discos. Y mientras yo, pensando en La Familia del Árbol. La capacidad de estos últimos para llenar de música el auditorio no fue aprovechada ni de lejos. El escenario Budweiser se les quedó grande para una música tan íntima.

Descanso de media hora que el postureo aprovechó para perderse a El Páramo. Éstos no los necesitaban. Que soberbia! Que brutalidad! Recital de rock instrumental. Hacía mucho tiempo que no veía a un bajista con una actitud tan agresiva. La banda venía a follarse a los mediocres. Algunos se levantaron a los pocos minutos de empezar. Los que nos quedamos fuimos arrollados por unos tíos que no tocan guitarras, tocan los cojones de la muerte. Pocas veces me pongo en pie y estos lo consiguieron. Se despidieron uno a uno apangando sus instrumentos, dejándome seco.

Necesitaba un trago. Me acerque a la barra y desde allí me dispuse a escuchar a Exonvaldes. Ya copa en mano los parisinos me hicieron recordar que soy un enamorado de la musicalidad del francés cantado. Pero éstos saben a lo que van y deciden cantar en inglés. Y lo peor de todo, saben cómo meter a la gente en su bolsillo y hacer que nos pongamos a bailar. Otro espectáculo gratuito para los que me rodeaban. Uno de mis favoritos del festival me dejaba preparado para Low.

Y con el auditorio a reventar me senté casi en el gallinero haciendo compañía a los miembros de We Used to Pray esperando que aparecieran los de Minnesota. Low hizo un concierto sin fisuras. El silencio del público me decía que la ultramelancolía estaba fluyendo por su sangre. Las voces de Alan y Mimi me hacían débil. Fueron exquisitos. Lo más exquisito del festival. Ya no necesitaba a los Tiki Phantoms, me sobraban.

Salí de la Rambleta a las 01:00 horas después de dos días, más de 16 horas de conciertos y una sensación acerca del festival, que no llega a lo gourmet pero sí que lo deja en una posición de consolidación para futuros años.

Texto: Pedro Blázquez

#PopArb13: crònica d’un gran cap de setmana

Per fi va arribar el divendres 28 de juny. Per fi arribava el PopArb. Amb en David vam arribar ben d’hora a Arbúcies per recollir la polsera i no quedar-nos, com l’any passat, sense l’entrada per gaudir del primer concert a Can Torres. I, com que no tot pot sortir bé sempre, ens vam assabentar de la mala notícia de la lesió d’en Joan Pons i la conseqüent anul·lació de l’actuació del Petit de Cal Eril. L’eficient organització del PopArb va poder substituir-los pels vilanovins La Brigada. Però no ens enrotllem més i anem directe als concerts…

No ens vam quedar sense entrades per Can Torres, però gairebé ens quedem sense concert, pel xàfec breu però intens que va fer poques hores abans. El temps es va comportar i ens ho vam passar d’allò més bé en el concert d’en Pau Vallvé i els seus companys: Nico Roig a la guitarra, Miquel Sospedra al baix, Jordi Casadesús a la guitarra i teclat i Pep Mula a la bateria. Bona part del set list estava conformat per cançons del brillant “De bosc”, però també va tenir un moment per fer una versió de “True love will find you in the end” de Daniel Johnston i un moment de divertimento empalmant trossos de diverses cançons. I va acabar amb el cant coral amb el públic repetint “tot va molt millor si estem contents, tots estem contents si ens va millor”.

Sense temps de pair el concert, vam anar a pas lleuger, cap a Can Cassó, epicentre del festival, per veure la nova formació Univers que presentava el seu primer EP “La pedregada” . El seu estil de shoegaze i garage va fer desvetllar l’interès de les poques persones que fèiem les primeres cerveses en el recinte, amb modificacions en la distribució de les parades respecte l’any anterior.

Cal fer esment que els escenaris del PopArb de Can Cassó (el Montsoriu i l’Envelat Estrella Damm) estan un davant de l’altre i, just quan finalitza un concert, quasi de manera automàtica, es corren les cortines i s’obren les de l’escenari del davant. D’aquesta manera hi ha pocs moments sense música i fa que no puguis comentar o fer una cervesa sense la sensació que et perds un tros de concert. Fet aquest comentari com a crítica constructiva, continuem amb els concerts.

El grup que va començar als pisos, els 4t 1a, van ser els següents de la nit. Encapçalats per en Pere Jou van estar correctes i van passejar el seu pop-rock amable per l’escenari Montsoriu. Seguidament, va ser el moment dels substituts: La Brigada. Difícil papereta la que tenien a sobre: fer que ningú recordés que en aquell moment havia de tocar El Petit de Cal Eril. I us preguntareu: se’n van sortir? Doncs jo crec que sí. Segurament, per algunes persones del festival va ser un bon descobriment, per altres, que havien vingut al festival “només” per veure en Joan Pons i els seus, doncs una substitució amb regust de decepció. Personalment crec que els de Vilanova i la Geltrú van ser uns dignes substituts i la seva alegria i el seu pop amb reminiscències folk ens van fer passar una bona estona. I amb “Com fulles mortes” van denunciar les retallades a l’emissora ICat. Van tenir temps per tot.

Després de l’amabilitat de La Brigada va tocar l’esbojarrada “Boda rumana” dels Salvaje Montoya. Va ser un bon moment per moure l’esquelet amb cançons com “Barcelona adicción” o “La huida” i dur un bon entrepà a les mans.

I era el moment dels Standstill. Tenia curiositat per saber si, en un lloc obert, farien el mateix espectacle de llums i projeccions del que tothom en parla al teatre Barts de Barcelona (jo me’l vaig perdre). I, efectivament, ho van fer. I només tinc una paraula per descriure l’espectacle anomenat Cénit: es-pec-ta-cu-lar. “Dentro de la luz”, l’últim disc dels Montefusco, Falkner, Lavado, Elvira i Valiente juntament amb el joc de làsers i projeccions et deixa, literalment, amb la boca oberta.

I després de la grandiloqüència dels Standstill la bogeria del duet Papa duPau i Spazzfrica Ehd, més coneguts com a Za! Els ritmes tribals, el free-jazz, el noise-hardcore i la psicodelia va transformar als components dels Salvaje Montoya que van muntar les tanques de davant l’escenari com una escala i van pujar-hi a dalt. Va faltar temps per fer un fi de concert amb les persones més agosarades dalt l’escenari saltant, ballant i cridant. El “Wanananai”, com es va poder comprovar, té efectes secundaris.

I tancava la primera nit de PopArb els electrònics The Suicide of Western Culture. Tot i estar un pèl cansats i que la cervesa ja començava a fer els seus efectes, vam tenir temps de saltar, ballar i al·lucinar d’alegria.

El dissabte es va llevar de bon humor i bon temps. Imprescindible per poder gaudir de la piscina d’Arbúcies. Abans però vam passar per l’exposició de fotografies de la Noemí Elias Bascuñana titulada “Jaleo” en el Museu Etnològic del Montseny “La Gabella”. Són retrats de persones del món de la música independent actual. La podeu visitar fins el 21 de juliol. Després de veure les 44 fotografies de l’exposició era el moment d’acabar-nos de despertar banyant-nos a la piscina i escoltant els Els nens Eutròfics i la música punxada per Dj Txarly Brown. I també de fer uns mojitos ben refrescants!

Aquesta vegada sí que ens vam quedar sense entrades pels valencians Senior i el Cor Brutal a Can Torres. L’edat no perdona i el cansament es nota més. Per aquest motiu, vaig decidir descansar i no anar a la sessió d’en Bruno Sokolowicz i als concerts de Súper Gegant, Miquel Serra i Ocellot. Cal dir que els concerts de Prat Rodó són sempre interessants i descobridors. Així doncs, el primer grup que vam tastar van ser els barcelonins Bremen. Van presentar el seu primer treball discogràfic “Les cançons que vindran”. Va ser un concert molt familiar, amb força canalla amb els cascos de colors per amortir el volum de la música. Són un grup d’aquesta nova fornada que expliquen històries musicades de l’estil Manel. Una bona manera de fer la primera cervesa. En contraposició, d’espai i d’estil, van continuar les noies de Santa Rita que també presentaven el primer LP “High on the seas”. La seva contundència grunge ens va colpejar la cara com si ens diguessin “vinga, amunt! Espavila!”. I això vam fer, vam començar a espavilar, que quedava molta nit.

El tripartit més estrany que ha donat Catalunya (tot i que semblava difícil superar-ho) va aparèixer en escena: en Ramon Rodríguez, la Maria Rodés i en Martí Sales. El tripartit amb nom de coalició: Convergència i Unió. Nom del primer disc i amb el que es coneix el projecte. Precioses cançons d’en Ramon i la Maria i textos de Cassasses o Calders escollits per en Martí van fer-nos gaudir, estranyament, de la “política”. I ens recordava que a Arbúcies també estàvem celebrant concerts per a la llibertat.

Seguidament era el moment de La Habitació Roja. Els valencians amb gairebé vint anys de recorregut van presentar, intercalant algun hit, el seu “Fue eléctrico, el vuitè disc d’estudi. El públic estava expectant, excepte alguns grupets d’incondicionals que cantaven les seves cançons com si els hi anés la vida. Entre ells jo. “Indestructibles”, “Ayer”, “El eje del mal”, “Van a por nosotros”… Darrera, l’extravagància dels mallorquins Oliva trencada. La proposta curiosa, amb la veu molt distorsionada, no em va atrapar. Crec que se’ls ha d’anar a veure sols per entrar-hi fins al fons. Espero que un altre dia ho pugui fer, perquè entrar en el seu particular món, ha de valer la pena.

I s’obrien les cortines de l’escenari Montsoriu i es veia la figura del gran Jordi Lanuza. Gran d’aspecte i de fets. I dels seus Inspira: en Fer Acosta, en Dario Vuelta, en Cristian Diana i acompanyats a la bateria per en Pau Vallvé, que, si era difícil igualar l’anterior “Escapistes”, podríem dir que, si no l’han superat amb “Amunt!” poc ha faltat. I el seu directe cada vegada és més precís i commovedor. En Jordi és un bon paio i així ho transmet dalt l’escenari. Un concertàs!

Després va venir un petit impàs, no pas qualitatiu, però si de forma. M’explico. Era el moment de la nova versió d’Espaldamaceta. El professor d’institut tarragoní Jose Juan González ha deixat enrere la guitarra de niló i ha agafat l’elèctrica i s’ha buscat la companyia d’en Lluís Chabuch al baix i en Carlos Brull a la bateria per crear un nou ventall rítmic. No n’havia escoltat res amb la nova formació i jo era molt d’Espaldamaceta. Les seves cançons per tallar-se les venes amb els seus comentaris irònics i divertits entre cançó i cançó en un concert, han estat grans moments que he viscut. No dic que no m’agradés. Dic que necessito temps. I a continuació era el torn de La iaia. Era l’únic concert que faran aquest estiu, ja que estan gravant el nou disc que veurà la llum al setembre. No sóc fan afèrrim, però m’agraden algunes de les cançons del seu “Les ratlles del banyador”, però crec que van tocar els hits massa d’hora i el meu interès va decaure. Van presentar algunes cançons que formaran part del nou disc, com per exemple “On ets Matilde”, però crec que les noves cançons encara necessiten una mica de rodatge en directe.

I després d’aquest impàs, era moment de la traca final. Helena Miquel i Oscar D’Aniello o el que és el mateix, els Delafé y Las Flores Azules. Ens van fer ballar, saltar, cridar… Axim-Delafé! Axim-Delafé! Axim-Delafé! Axim-Delafé senyora! Al·lucinar amb la manera de moure’s i lliscar per l’escenari de l’Oscar. El seu “De ti sin mí/de mí sin ti” és agradable d’escoltar, però res comparable amb veure’ls en directe. Si en teniu l’oportunitat, aneu-hi!

I arribava el final de la novena edició del PopArb. I no ho feia de qualsevol manera, noooooo! Ni més ni menys que amb en Joan Colomo reinventant la ràdiofórmula. Una flipada. Tothom de indies moderns cantant i ballant com si ens hi anés la vida. Cançons de la Rihanna, Adele, Duncan Dhu, Sergio Dalma i un llarg etcètera d’artistes i grups que si un dia et diuen que cantaràs fins a plorar (de riure) no t’ho creus. Doncs ho vam fer. I ben feliços. Un gran fi de festa!

El PopArb és un festival que té cura de tot. Dels artistes, del públic, però sobretot del poble que l’acull: Arbúcies. I ens agrada que no creixi amb desmesura, que es mantingui fidel, tot i les adversitats, als seus orígens i sigui curós amb l’entorn que l’envolta. És, com va dir la Júlia Bertran, la Festa Major dels indies catalans. I que sigui per molts anys!

Text: Jordi Daumal

Fotos: Alba Nàjera

Let’s Festival: Sr. Chinarro + Nacho Umbert & La Compañia + Bastante

Sala Salamandra. Segon cap de setmana del Let’s Festival i comença el divendres amb un dels caps de cartell del festival el Sr. Chinarro. Però anem pas a pas…

Obrien la nit els Bastante. Com tots els inicis, format per un club de fans nombrós anomenats “amics, amigues, parelles i família”. Els inicis es fan més portables… Una dosi de pop-rock per començar la nit i deixar pas a la delicadesa d’en Nacho Umbert & La Compañia. Aquesta nit “La Compañia” és en Raul Fernández “Refree” tocant la guitarra elèctrica i el banjo i en Xavi Molero a la bateria.

En Nacho Umbert és un músic amb unes cançons molt tranquil·les, properes i delicades i amb la mateixa delicadesa les transmet en directe. Cançons com “Cien hombre ni uno más” o “Confidencias en el palomar” del seu primer disc “Ay…” i “El mort i el degollat” o “No os creáis ni la mitad” del disc homònim a aquesta cançó. Va aprofitar per estrenar una cançó dedicada a la seva mare del futur disc que es dirà “Família”. Evidentment, anirà dedicat exclusivament a la seva família.

I l’últim a sortir a l’escenari de la sala Salamandra 1 va ser l’Antonio Luque i el seu Sr. Chinarro. Aquesta vegada els “Chinarros” que l’acompanyaven eren: Pau Roca (guitarra), Marc Greenwood (baix) i Jordi Sapena (guitarra i teclats) de La Habitación Roja i l’Alfonso Luna dels Tachenko a la bateria.

L’actuació del sevillà, amb els seus amics com a banda, va servir d’estrena de l“Enhorabuena a Los Cuatro” el seu últim disc que fa ben poc que ha vist la llum. I va començar, igual que el disc, amb la cançó “El destino turístico”. D’aquest últim disc també van sonar, per exemple, “Más grande que Barcelona” i “Catequesis”. I les cançons de l’últim disc es van compaginar amb alguns hits de la seva discografia, que van ser molt ben rebuts i corejats pel públic, com “El rayo verde”, “Los Ángeles”, “Del montón” o “Quiromántico”. No descobrirem ara al Sr. Chinarro, perquè porta molts anys i es conegut per tothom. Va ser un concert sobri i on l’Antonio Luque va xerrar força entre cançó i cançó i ens va tenir distrets tant amb la música com amb la seva oratòria. I, entre el públic, un espectador de luxe: en Jorge Martí, cantant de La Habitación Roja.

Que continuï el Let’s!

Text: Jordi Daumal

Fotos: Sergi Moro

 

Cicle “En persona”: desmuntant LHR

Es fa estrany entrar a la sala Apolo i trobar-te-la plena de cadires i tothom assegut. Aquest és el format del cicle “En persona” on es tracta d’interaccionar entre el públic i el grup de música amb espais per a la conversa. Aquesta vegada era el torn dels valencians La Habitación Roja (LHR).

Introducció: amb la presentació de l’Iván Álvarez Cayuola, amic i periodista, i d’en Sergi A. Minguell, autor dels últims videoclips del grup, introdueixen el concert amb el videoclip de “Norge”. Els acompanya en Jose Marco, el bateria del grup. Seguidament surten per fer un petit tastet d’algunes de les cançons de l’últim disc “Fue elétrico”.

Nus: és el moment de conèixer les intimitats i també la resta de convidats que els acompanyaran en aquesta nit diferent. Al voltant d’una taula rodona i asseguts entre ells hi ha, el ja nombrats Iván i Sergi, en Marcos Collantes (del segell Mushroom Pillow), l’Antonio Luque (més conegut com a Sr. Chinarro) i, a la taula de so, en Santi Garcia (productor de l’últim disc i de l’estudi Ultramarinos Costa Brava). En Jorge Martí, és la veu cantant. No deixa cap espai en blanc i, mentre el públic perd la vergonya, explica anècdotes.

Curiositat 1: el grup va començar a Barcelona.

Arriben les preguntes. És un moment distès i amb rialles per part de tothom. Seguidament, en Jordi Sapena, l’última incorporació del grup, presenta un vídeo de l’interior del grup en el Festival Internacional de Benicàssim (FIB).

Curiositat 2: en Jordi era fan de LHR abans de tocar-hi i la seva relació amb el FIB és estreta: hi anava com a públic, després hi va treballar i finalment hi ha acabat tocant. La quadratura del cercle.

I un altre cop moments musicals, aquesta vegada amb LHR fent de “chinarros” (excepte a la bateria que hi ha l’Alfonso Luna de Tachenko) per a l’Antonio Luque tocant “Quiromántico”. Ells toquen unes quantes cançons antigues, com per exemple, “Cuando te hablen de mí” o “Universal”.

Curiositat 3: arribava el moment emotiu amb la presentació del videoclip d’Annapurna. El vídeo està fet amb imatges de la primera expedició catalana a l’Annapurna realitzada l’any 1974. I les imatges estaven cedides per en Josep Manel Anglada, un dels integrants de l’expedició, i que també estava entre el públic.

I l’últim torn de preguntes on en Jorge cada vegada està més desinhibit… Hi ha preguntes de tot tipus, fins i tot de personals, i de tant interessants com demanar-los-hi que diguessin, cada un d’ells, un disc que els hi hagués marca’t. Les respostes i la varietat és curiosa.

Desenllaç: amb la gent dreta, algunes cadires aparcades i les altres fent un pèl de nosa, era el moment d’anar tancant el “concert”. Primer amb una improvisada “Sol” que empalmen amb una “versió” de “Boys don’t cry” dels The Cure. Acompanyats d’en Santi Garcia a la guitarra i el públic fent els corus toquen “Indestructibles”, “Van a por nosotros”, “El eje del mal”, “Ayer” i acaben la nit, després de més de dues hores i mitja, amb un popurri de cançons.

Text: Jordi Daumal

Fotos: Dolors Ferré

La Habitación Roja, Cyan i La Banda Municipal del Polo Norte: enfilant la recta final…

El Let’s Festival es va acabant… La penúltima jornada del festival s’obria amb el mediàtic Òscar Andreu i la seva banda La Banda Municipal del Polo Norte. La gentada del Pol Nord van tocar bona part de les cançons del seu segon disc “Corazón o nada” i compaginant-les amb el seu primer llarg “La mejor hora para despertarse”. Les seves lletres, iròniques i divertides, acompanyades de música rock, ens van fer passar una bona estona. I, fins i tot, moure’ns en algún moment de rauxa. Van aprofitar per presentar una nova cançó, que potser s’inclourà en el seu tercer disc, la moguda i canyera “El polo opuesto”.

Darrera venien els Cyan. Els barcelonins, un grup típic de pop-rock, ho van donar tot dalt l’escenari. Ganes, moltes ganes, tantes que, al final, el cantant, va deixar anar algun gall, fruit de l’esforç i el cansament… El seu “Historias para no romperse” i el seu EP “Que viva ese ruido” van formar el set list. Em recorden, tant per la música com per la manera de cantar, a El canto del loco. Amb energia, empenta i perseverancia van aconseguir fer seure a tothom al terra i, guitarra acústica en mà i al centre del públic van començar a cantar a cappella  “Congelados por la estela”. Un moment molt ben trobat…

I, després d’una estona llarga d’espera, l’Elvis Presley va donar pas a La Habitación Roja. Podríem dir moltes coses d’una de les bandes més consolidades del pop a l’estat espanyol. Però els 17 anys de carrera, els vuit discos d’estudi i un munt d’EP’s que formen part d’una generació ho diuen tot. Són una assegurança dalt l’escenari. Ho van donar tot. S’hi van esforçar com si fos el seu primer concert. Aquesta vegada, presentaven el seu últim disc “Fue eléctrico”, del que van tocar algunes de les bones cançons que el componen: “Indestructibles”, “Siberia” o “Ayer”. Després van fer una passada pels seus hits com, per exemple, “Posidonia”, “El eje del mal”, “Voy a hacerte recordar” o “Van a por nosotros”. I, pels bisos, si que van fer una mirada al passat amb “Crónico”, “La edad de oro” i “Mi habitación”. Un concert fantàstic. Enèrgic. I que ens va fer feliços per un moment. Ara que la vida no està per gaires alegries…

Una gran penúltima nit del Let’s Festival. Sap greu que ja s’acabi… el març ha estat més suportable gràcies al Let’s Festival. Felicitats i gràcies!

Text: Jordi Daumal
Fotos: Sergi Moro