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Si tuviéramos que hacer una división entre dos tipos de personas por su gusto en cuanto a mascotas, podríamos hacer dos grandes grupos: los que se sienten atraídos por lo gatos o los que se sienten identificados con los perros. Yo estoy seguro de que Nuna serían totalmente gatunos. Despreciarían la obviedad y transparencia del perro, en favor de la ambigüedad e insumisión del felino doméstico.
Tal como deja entrever el título de su debut, la banda barcelonesa se siente como gato panza arriba en terrenos pantanosos. Haciendo uso de sonoridades difíciles de etiquetar, si algo queda claro es que ni la etiqueta, ni la moda, es lo que más le preocupa al cuarteto. ‘Orejas de gato’ no ha sido pensado para gente que quiera seguir la última tendencia o marcar pose en círculos snob. El disco ha sido concebido con la sincera intención de hacer abiertamente música por y para el oyente desacomplejado.
Las 12 canciones que conforman ‘Orejas de gato’ beben de estilos tan dispares como el blues, el bolero o el trip-hop y entroncan con la personalidad lírica, casi gótica, que otorga el timbre vocal de Raquel Bonilla. Como cara y ojos de la banda, Raquel dota de una personalidad inequívoca al sonido, aunque ciertamente, hay mucho más que una voz singular y un repertorio ecléctico detrás de Nuna. La armonía de la guitarra de Jesús Luna proporciona un sonido intenso y omnipresente, sin abusar de los recursos guitarreros que tan mal acostumbrados estamos a escuchar. La variedad de recursos que Jesús tan bien dosifica en su parcela, se ven perfectamente secundados por el contrabajo de Marcos Luna, dotando de un peso y calidez necesario para que la maquinaria musical de Nuna permanezca bien engranada.
El cuarteto alcanza sus momentos de mayor lucidez, cuando se aproxima a un sonido tan denso que parece que se pueda cortar con un cuchillo. Canciones a medio tiempo, cercanas a ritmos trip-hop, nos traen a la cabeza bandas como Massive Attack, pero con un sonido más orgánico y sobretodo con una idiosincrasia claramente blusera. Y es que el sonido limpio y armónico no deja de estar presente en todos y cada uno de los temas del disco, regalándonos también notables arreglos, que acaban de redondear el sonido de ‘Orejas de Gato’.
Así que, para los amantes de los gatos, recomiendo prestar mucha atención a esta banda, que cuando menos promete valentía y buen gusto. Y a los que como yo, son alérgicos a estos animalillos, les recomiendo que se pongan unos guantes de cuero, se tomen un buen antiestamínico y se dejen llevar por el universo atmosférico e hipnótico que nos ofrece Nuna.
Texto: Alex Pérez Medina