Sweet heart sweet light

SPIRITUALIZED: CONSTRUYENDO EL PRESENTE DESDE EL PASADO

Spiritualized: Sweet heart, sweet light (2012)

[xrr rating=7/10]

Jason Pierce es un superviviente. No solo sobrevivió en el 2005 a una doble neumonía que lo tuvo ingresado en la UCI al borde de la muerte sino que, y lo que es más importante para el caso, sobrevivió también a la disolución de Spacemen 3, grupo imprescindible de los 80, aunque las etiquetas se revelan inútiles para encasillar a un artefacto sonoro capaz de deglutir cualquier género del rock y devolverlo marcado a fuego con su propia identidad musical.

Y sobrevivir a Spacemen 3 significa que la propuesta de Spiritualized no es un asunto menor ni anecdótico. Si Ladies and gentlemen we are floating in space (1997) fue un acontecimiento único y difícilmente repetible (todos/as lo sabíamos), los siguientes lanzamientos de Pierce y Cía. mantienen el tipo con notable dignidad, avanzando hacia un rock’n’roll de tintes soul, atemperado por medios tiempos atravesados, de vez en cuando, por arrebatos de electricidad excitantes y nostálgicos.

Sweet heart, sweet light es el encuentro, en clave Spiritualized, entre los Rolling Stones y Primal Scream (en su papel de imitadores de medio pelo de Jagger y Richards). Pero en Pierce no hay atisbo de revival ni copia, sino de construcción de un discurso musical propio partiendo de lo ya superado. “Sweet Jane”, una de las cumbres del disco, remite a The Velvet Underground y deja ganas de seguir avanzando; “Little girl” levanta el pie del acelerador y retoma cuerdas y coros de discos anteriores; “Get what you deserve” se baña en distorsiones oleosas marca de la casa en un tema que presagia una apoteosis que no llega; “Too late” se estructura como un himno sostenido magníficamente entre la épica y el exceso; “Heading for the top now” es la “Electricity” de Sweet light… y la comparación nos enseña que, primero, Pierce está en otro momento musical y, segundo, que a veces es mejor no comparar. A partir de “Freedom” el disco pierde algo de fuelle pero aun y así este último tramo del disco se escucha con placer porque Spiritualized tienen tablas y solvencia para defender hasta sus momentos menos inspirados.

Así, no dejen de escuchar a Spiritualized, la demostración de que Jason Pierce sigue engrandeciendo su propia leyenda musical. Porque hay coherencia y deseos de seguir tocando rock’nroll en la evolución del ingles desde Spacemen 3 al Ladies and gentlemen… hasta llegar a este Sweet heart, sweet light. Y la innovación y el riesgo que queden para los jovenzuelos ambiciosos…