Ocellot

Deleste Festival 2015

Viernes 23 y sábado 24 de octubre de 2015. Espai Cultural La Rambleta. Valencia

Por fin! Tras tres ediciones anteriores del Deleste, esta era la primera vez que se me abría la oportunidad de acercarme a L’Espai Cultural La Rambleta y disfrutar de la sonoridad de su auditorio principal (escenario Budweiser) y comprobar de primera mano el calificativo “gourmet” que han estado lanzando para este festival. No lo iba a desaprovechar.

Y con ese deseo de degustar platos exquisitos me presenté el primer día a La Rambleta, llevando en la cabeza The boxer de Simon & Garfunkel que había escuchado en el hilo musical del bar donde previamente me había tomado el café para prepararme ante el aluvión de conciertos que me esperaban. Tenía un buen presentimiento.

Gracias a la efectiva organización del festival, a las que solo se les escapo un pequeño detalle a la entrada de la actuación de McEnroe, a las 18:00 horas iniciaba el festival con We use to pray. Y qué forma de empezar. En un primer momento asocié mi entusiasmo a las ganas de festival que tenía, pero el torrente de emociones que fluyen de estos cinco chicos, canalizadas muchas de ellas a través de su vocal principal, Joecar Hanna, me hizo ver que estaba equivocado y se debía a una banda que venía a darlo todo. Y eso que Joecar comentó varias veces que el grupo tomaría derroteros separados.

Con este gran inicio en la espalda me acerqué al escenario Jägermeister con ganas de volver a ver a Tulsa. Hacía siete años que no coincidía con la voz de Miren. La noté muy cambiada y menos amarga. Con un look más peinado y con un repertorio cercano al último disco no llegaron a conectar con el público. Solo en esos momentos en que Miren se despeinó y abrió un poco las heridas del pasado consiguió que algunos pudiéramos oler a verano.

Volviendo al Deleste y a su organización, he de admitir el prejuicio que llevaba a la actuación de Pep Gimeno “El Botifarra”. Como el moderno eterno Drácula ye ye que soy, me suelo centrar en degustar la sangre fresca de grupos actuales. Y por ello, la hostia rectora que me regaló El Botifarra no se me olvidará en mucho tiempo. Con un discurso reivindicativo por la raíz, por la historia de la música valenciana, con un humor cercano, y con una voz de cantaor de taberna, el Botifarra nos deleitó con jotas, seguidillas, folias, etc., que hicieron que se produjera el único bis de todo el festival. Y mientras tanto el postureo tomando combinados en copa de balón en la terraza Grefusa.

Pasar del folclore popular a los guitarrazos de Mourn requirió de varias dosis de cerveza para acercarse al infierno. Una vez a las puertas, todo está permitido. Las tres niñatas tienen un descaro que te descoloca. Los pequeños problemas de sonido se hacen virtud. Las camisas que mi mujer se pone de pijama ellas se las ponen y derrochan imagen grunge. Empezaron y acabaron dando la espalda, sin importarles el buen momento que viven. Joder, me acordé hasta de las Breaders.

A continuación, el auditorio se llenó para darle homenaje a La Habitacion Roja. El Deleste les había otorgado el excesivo calificativo de cabeza de cartel y ellos querían degustarlo. Así Jorge y compañía, tocando en orden cronológico a como lo hicieran en Valencia en 2001, se sacaron los trucos del manco para ganarse a un público que parecía ganado desde el minuto uno. Le sobraron guiños y viejas historietas. Aun así cumplieron con las expectativas e hicieron una fiesta tocando los temas que la gente quería escuchar.

La inercia juerguil la aproveché para acercarme a escuchar al que más ganas tenia. Fucking Mike Krol!!! Esta como una puta regadera. Disfrazados de policías como bandera de su último disco, él y su banda sacaron todo el rock&roll que llevan dentro para asombro de un público que se dejaba mear un poco asustado por el descaro del americano.

Embrutecido, decidí tomarme un descanso y escuchar lo más lejano posible a El Último Vecino, el proyecto de Gerard Alegre Dòria que tantas comparaciones ha sufrido y que ya se presenta en los conciertos con un sequito más que notorio de fieles. Un sonido cuidado y una actitud despegada me sirvieron para llegar al final del primer día.

Lo terminé con Perro. No puedo ser objetivo con ellos porque desde la primera vez que los escuché sentí que debía darles la oportunidad de ser mi banda de referencia durante unos años. Así está siendo y creo debe ser para muchos.

A la mañana siguiente me presenté con mis dos hijos para que disfrutasen del Deleste Kids. Al mayor le gustó Ramírez. Parecía hipnotizado con el ex Tórtel que ejecuta todo con una normalidad que asombra. Por su parte, el pequeño se durmió con el concierto de versiones de grupos de los 90 que fue llevada a cabo por el grupo sorpresa que por todos era conocido, La Habitación Roja. El objetivo de conectar los gustos de los padres con el interés musical de los hijos no funcionó. Mi hijo mayor ya se conoce muchas canciones de ellos y esperaba cantar Indestructibles. Y también muchos padres, ojo.

A la tarde llegué con Mist empezado. Los holandvalencianos tenían bastante público para ser solo las 17:00 horas y no lo desaprovecharon. Rick Treffers parece saber de qué va esto y dio peso a su guitarrista para que jugara como en casa y acertó. Eso, unido a un acertado teclado hizo que me encendiera positivamente para lo que quedaba de jornada.

Y no tardó en llegar la gran sorpresa del festival.  Con un comienzo preciosista en solitario llevado a la perfección por Nacho, el frontman de La Familia del Árbol, puso la melancolía del auditorio a niveles elevadísimos. Pero no quedaba ahí, en el fondo se veían instrumentos para dos percusionistas que junto con el resto de la banda nos iban a preparar para la Odisea. Y vaya que lo consiguieron. Una actuación memorable lleno de intensidad, de tensión melódica.

Con la mente analítica en lo que había recibido, me bajé a tomar una cerveza y escuchar a Ocellot. He de confesar previamente que el formato de concierto en auditorio me relaja y disimula mi torpeza para expresar la música con mi cuerpo. El estar sentado ayuda mucho. Pues bien, con la banda catalana y su psicodelia quedó en evidencia mi incapacidad para moverme rítmicamente. Ocellot conecta tanto con el espectador que su música te sumerge en un sueño donde no puedes controlar casi nada. Un agrado para mí y un espectáculo adicional para los que me rodeaban.

Llegaba la hora de McEnroe y sus numerosos seguidores se agolparon en la puerta de acceso. Lleno de la formación bilbaína que arrancaban aplausos con cada canción que empezaba. Algunos intentaban sin éxito que McEnroe fuera la fiesta de La Habitación Roja, pero su música es la que es. En el ambiente sonaban temas de Rugen las Flores y de sus anteriores discos. Y mientras yo, pensando en La Familia del Árbol. La capacidad de estos últimos para llenar de música el auditorio no fue aprovechada ni de lejos. El escenario Budweiser se les quedó grande para una música tan íntima.

Descanso de media hora que el postureo aprovechó para perderse a El Páramo. Éstos no los necesitaban. Que soberbia! Que brutalidad! Recital de rock instrumental. Hacía mucho tiempo que no veía a un bajista con una actitud tan agresiva. La banda venía a follarse a los mediocres. Algunos se levantaron a los pocos minutos de empezar. Los que nos quedamos fuimos arrollados por unos tíos que no tocan guitarras, tocan los cojones de la muerte. Pocas veces me pongo en pie y estos lo consiguieron. Se despidieron uno a uno apangando sus instrumentos, dejándome seco.

Necesitaba un trago. Me acerque a la barra y desde allí me dispuse a escuchar a Exonvaldes. Ya copa en mano los parisinos me hicieron recordar que soy un enamorado de la musicalidad del francés cantado. Pero éstos saben a lo que van y deciden cantar en inglés. Y lo peor de todo, saben cómo meter a la gente en su bolsillo y hacer que nos pongamos a bailar. Otro espectáculo gratuito para los que me rodeaban. Uno de mis favoritos del festival me dejaba preparado para Low.

Y con el auditorio a reventar me senté casi en el gallinero haciendo compañía a los miembros de We Used to Pray esperando que aparecieran los de Minnesota. Low hizo un concierto sin fisuras. El silencio del público me decía que la ultramelancolía estaba fluyendo por su sangre. Las voces de Alan y Mimi me hacían débil. Fueron exquisitos. Lo más exquisito del festival. Ya no necesitaba a los Tiki Phantoms, me sobraban.

Salí de la Rambleta a las 01:00 horas después de dos días, más de 16 horas de conciertos y una sensación acerca del festival, que no llega a lo gourmet pero sí que lo deja en una posición de consolidación para futuros años.

Texto: Pedro Blázquez

Tibidabo Live Festival: Yo la Tengo com al pati de casa i exhibició de Mogwai

Vaig néixer i visc a Barcelona i no recordava haver agafat mai el funicular que puja al Tibidabo. En un dia plujós, boirós, l’agafo doblement content per la novetat i per anar a veure els concerts del divendres del Tibidabo Live Festival, amb Yo la Tengo al capdavant. Pujant entre la filera de bosc verd, amb vistes al parc de Collserola, ens rep l’enorme església blanca del Tibidabo a l’entrada, encara amb plugim i una mica de fred.

Veig un petit escenari només entrar on comencen a tocar The Young Wait, banda a cavall entre Donostia i Estats Units, que practiquen amb molt encert un rock clàssic americà, fent un bon concert.

Crec descobrir l’aposta del festival: dos grans caps de cartell i grups menys coneguts, però de qualitat. Aquests la tenen sense dubte.

Els concerts es succeeixen ordenadament i baixem a l’escenari principal on comencen els sorprenents Black Box Red, un duo holandès amb un directe impactant. Es comença a sumar un número creixent de gent, encara escassa. Un bateria i una guitarra conflueixen en una proposta on es barreja el grunge (Ghost grunge, en diuen ells), garatge i el clima boirós, que encara li dóna un toc més especial. Val a dir que l’escenari és preciós. Sota l’atracció de l’avió, que passa quasi per sobre dels músics, es pot veure l’església a un costat, la sínia darrera i les espectaculars vistes de la ciutat.

Després pugem a veure els Niña Coyote Eta Chico Tornado, banda de Donosti que beuen del rock dur més clàssic contundent, amb guitarres pesades i bateria intensa. Un grup, com comenta el meu amic Albert, més de “batalla”. Versionen Foxy Lady de Jimmy Hendrix de manera impecable. I toquen un tema que en certa manera els defineix: Fuck the Police.

I, per acabar el divendres, baixem a Yo la Tengo. Crec que és el millor concert que els he vist mai. Tenim la sort (mala sort pels organitzadors) que no hi ha massa gent i, per tant, els podem veure quasi a tocar. Yo la Tengo fan un concert molt proper, sonen de meravella. Em sembla increïble estar al Tibidabo podent escoltar una de les millors bandes de les últimes dècades en un ambient tan familiar. Com si estiguéssim a la festa major d’Arenys de Mar, però sense l’orquestra Girasol.  Comencen  amb From a Motel 6, del Painful. Combinen algun tema del tranquil nou disc –molt pocs- amb repàs a cançons de tota la seva història. En fan algunes del mític disc I Can Hear the heart beating as one, com Stockholm Syndrome o Autumm Sweater, o del Fade com Ohm –una meravella de tema en directe-.  El concert combina moments de fugida sorollosa i distorsió, amb d’altres de tranquils i melòdics, com correspon a l’eclecticisme de la banda.

Els fem sortir a crits pels bisos i l’Ira Kaplan amb la guitarra acústica i la Georgia Hubley, bateria, fan temes pràcticament a demanda. Des del públic criden Big Day Coming, i ells la fan. Toquen You Can have it all i The Whole of the law i la claven. Se’n van entre aplaudiments, tancant un concert fantàstic i un molt bon dia.

El dissabte s’obre per la tarda amb el folk donostiarra d’Eraul, el dixie dels Ghost Number and his Tipsy Gypsies, ambdós correctes, però encara amb poca gent per gaudir-los. I els hipsters no acostumen a ballar swing…

En acabar, comença un nou duo, els House Of Wolves, una guitarra acústica i percussió, que desgranen temes tranquils, amb veu angoixada –em recorden els Perfume Genius-, ideal per escoltar asseguts mirant les vistes de Barcelona mentre passa la tarda…

Los Bracco donen una nota més gamberra, un altre grup basc que em recorden pel seu rock senzill, els cosins petits de Fito y los Fitipaldi. Em crida l’atenció les propostes del festival per aquest dissabte, més genèriques que les del divendres.

A partir d’aquí vénen dos bons concerts i la bomba final. Belako, el quartet de Mungia que porta ja un temps amb bones critiques, van oferir el seu repertori post punk amb tocs electrònics que va ser rebut amb entusiasme pel públic. Sorollosos, cridaners, però amb sensació de ser bons músics que portessin temps tocant junts. Van agradar i es va començar a omplir l’escenari. I ja s’intuïa el que havia de venir.

Mentre em menjo un frankfurt, que no és de km. 0, pujo a veure Ocellot, amb el seu pop avantguardista, experimental, lisèrgic, que tant m’agrada. Porta un vestit verd brillant que sembla realment un ocell campestre.

I, per últim, canviem de pla. No estem preparats per un canvi tant fort. Comença Mogwai, en directe, una altra vegada ben a prop. El concert passa com un somni, com un sospir. Tinc una sensació onírica, d’irrealitat. És tanta la intensitat, els canvis de ritme, de la calma tensa a l’explosió, que sembla que les coses passin sense que hi siguem.

Declaren intencions amb Yes! I am long way from home! primer tema del Young Team: pur post rock. El concert continua com un tot, una unitat, sempre a dalt de tot. Toquen temes de totes les èpoques, combinant com sempre el ritme pausat, profund, amb les creixents bufetades sonores.  Podríem destacar qualsevol tema perquè tot el concert s’executa amb una solvència que espanta. En directe resulta increïble Rano Pano, del disc Hardcore will never die, but you will. Igualment amb Scotland’s Shame del The Hawk is howling. Fan excepcionalment un tema vocal, que manté la línia del concert, per acabar amb la llarguíssima bomba final in crescendo,  el tema My father my King, que ens deixa un concert on tenim la sensació que aquesta gent toquen sense esforç, però amb resultats majúsculs. Sense concessions i sense bisos.

En definitiva, dos dies d’un molt bon festival, que mereixia més gent de la que hi va assistir, i que ens va deixar bones sensacions, sobretot pels concerts de Mogwai i Yo la Tengo. Amb un cartell així, l’any vinent hi tornaria. Sens dubte.

Text: Albert Gasch

Fotos: Alba Nàjera

Ampli’s Twelve: 26/02/2014

Amics!

Us convidem a passar 45 minuts acompanyats de la nostra selecció musical. Aquesta setmana els nostres companys de viatge són Temples, Esperit!, Dum Dum Girls, Tuya, Neuman, Ken Stringfellow, oso leone, Yuck, Ocellot, No More Lies, Fanfarlo, Lori Meyers i Los Mambo Jambo.

Esperem que gaudiu del trajecte. Pròxima sortida, dimecres vinent!

#PopArb13: crònica d’un gran cap de setmana

Per fi va arribar el divendres 28 de juny. Per fi arribava el PopArb. Amb en David vam arribar ben d’hora a Arbúcies per recollir la polsera i no quedar-nos, com l’any passat, sense l’entrada per gaudir del primer concert a Can Torres. I, com que no tot pot sortir bé sempre, ens vam assabentar de la mala notícia de la lesió d’en Joan Pons i la conseqüent anul·lació de l’actuació del Petit de Cal Eril. L’eficient organització del PopArb va poder substituir-los pels vilanovins La Brigada. Però no ens enrotllem més i anem directe als concerts…

No ens vam quedar sense entrades per Can Torres, però gairebé ens quedem sense concert, pel xàfec breu però intens que va fer poques hores abans. El temps es va comportar i ens ho vam passar d’allò més bé en el concert d’en Pau Vallvé i els seus companys: Nico Roig a la guitarra, Miquel Sospedra al baix, Jordi Casadesús a la guitarra i teclat i Pep Mula a la bateria. Bona part del set list estava conformat per cançons del brillant “De bosc”, però també va tenir un moment per fer una versió de “True love will find you in the end” de Daniel Johnston i un moment de divertimento empalmant trossos de diverses cançons. I va acabar amb el cant coral amb el públic repetint “tot va molt millor si estem contents, tots estem contents si ens va millor”.

Sense temps de pair el concert, vam anar a pas lleuger, cap a Can Cassó, epicentre del festival, per veure la nova formació Univers que presentava el seu primer EP “La pedregada” . El seu estil de shoegaze i garage va fer desvetllar l’interès de les poques persones que fèiem les primeres cerveses en el recinte, amb modificacions en la distribució de les parades respecte l’any anterior.

Cal fer esment que els escenaris del PopArb de Can Cassó (el Montsoriu i l’Envelat Estrella Damm) estan un davant de l’altre i, just quan finalitza un concert, quasi de manera automàtica, es corren les cortines i s’obren les de l’escenari del davant. D’aquesta manera hi ha pocs moments sense música i fa que no puguis comentar o fer una cervesa sense la sensació que et perds un tros de concert. Fet aquest comentari com a crítica constructiva, continuem amb els concerts.

El grup que va començar als pisos, els 4t 1a, van ser els següents de la nit. Encapçalats per en Pere Jou van estar correctes i van passejar el seu pop-rock amable per l’escenari Montsoriu. Seguidament, va ser el moment dels substituts: La Brigada. Difícil papereta la que tenien a sobre: fer que ningú recordés que en aquell moment havia de tocar El Petit de Cal Eril. I us preguntareu: se’n van sortir? Doncs jo crec que sí. Segurament, per algunes persones del festival va ser un bon descobriment, per altres, que havien vingut al festival “només” per veure en Joan Pons i els seus, doncs una substitució amb regust de decepció. Personalment crec que els de Vilanova i la Geltrú van ser uns dignes substituts i la seva alegria i el seu pop amb reminiscències folk ens van fer passar una bona estona. I amb “Com fulles mortes” van denunciar les retallades a l’emissora ICat. Van tenir temps per tot.

Després de l’amabilitat de La Brigada va tocar l’esbojarrada “Boda rumana” dels Salvaje Montoya. Va ser un bon moment per moure l’esquelet amb cançons com “Barcelona adicción” o “La huida” i dur un bon entrepà a les mans.

I era el moment dels Standstill. Tenia curiositat per saber si, en un lloc obert, farien el mateix espectacle de llums i projeccions del que tothom en parla al teatre Barts de Barcelona (jo me’l vaig perdre). I, efectivament, ho van fer. I només tinc una paraula per descriure l’espectacle anomenat Cénit: es-pec-ta-cu-lar. “Dentro de la luz”, l’últim disc dels Montefusco, Falkner, Lavado, Elvira i Valiente juntament amb el joc de làsers i projeccions et deixa, literalment, amb la boca oberta.

I després de la grandiloqüència dels Standstill la bogeria del duet Papa duPau i Spazzfrica Ehd, més coneguts com a Za! Els ritmes tribals, el free-jazz, el noise-hardcore i la psicodelia va transformar als components dels Salvaje Montoya que van muntar les tanques de davant l’escenari com una escala i van pujar-hi a dalt. Va faltar temps per fer un fi de concert amb les persones més agosarades dalt l’escenari saltant, ballant i cridant. El “Wanananai”, com es va poder comprovar, té efectes secundaris.

I tancava la primera nit de PopArb els electrònics The Suicide of Western Culture. Tot i estar un pèl cansats i que la cervesa ja començava a fer els seus efectes, vam tenir temps de saltar, ballar i al·lucinar d’alegria.

El dissabte es va llevar de bon humor i bon temps. Imprescindible per poder gaudir de la piscina d’Arbúcies. Abans però vam passar per l’exposició de fotografies de la Noemí Elias Bascuñana titulada “Jaleo” en el Museu Etnològic del Montseny “La Gabella”. Són retrats de persones del món de la música independent actual. La podeu visitar fins el 21 de juliol. Després de veure les 44 fotografies de l’exposició era el moment d’acabar-nos de despertar banyant-nos a la piscina i escoltant els Els nens Eutròfics i la música punxada per Dj Txarly Brown. I també de fer uns mojitos ben refrescants!

Aquesta vegada sí que ens vam quedar sense entrades pels valencians Senior i el Cor Brutal a Can Torres. L’edat no perdona i el cansament es nota més. Per aquest motiu, vaig decidir descansar i no anar a la sessió d’en Bruno Sokolowicz i als concerts de Súper Gegant, Miquel Serra i Ocellot. Cal dir que els concerts de Prat Rodó són sempre interessants i descobridors. Així doncs, el primer grup que vam tastar van ser els barcelonins Bremen. Van presentar el seu primer treball discogràfic “Les cançons que vindran”. Va ser un concert molt familiar, amb força canalla amb els cascos de colors per amortir el volum de la música. Són un grup d’aquesta nova fornada que expliquen històries musicades de l’estil Manel. Una bona manera de fer la primera cervesa. En contraposició, d’espai i d’estil, van continuar les noies de Santa Rita que també presentaven el primer LP “High on the seas”. La seva contundència grunge ens va colpejar la cara com si ens diguessin “vinga, amunt! Espavila!”. I això vam fer, vam començar a espavilar, que quedava molta nit.

El tripartit més estrany que ha donat Catalunya (tot i que semblava difícil superar-ho) va aparèixer en escena: en Ramon Rodríguez, la Maria Rodés i en Martí Sales. El tripartit amb nom de coalició: Convergència i Unió. Nom del primer disc i amb el que es coneix el projecte. Precioses cançons d’en Ramon i la Maria i textos de Cassasses o Calders escollits per en Martí van fer-nos gaudir, estranyament, de la “política”. I ens recordava que a Arbúcies també estàvem celebrant concerts per a la llibertat.

Seguidament era el moment de La Habitació Roja. Els valencians amb gairebé vint anys de recorregut van presentar, intercalant algun hit, el seu “Fue eléctrico, el vuitè disc d’estudi. El públic estava expectant, excepte alguns grupets d’incondicionals que cantaven les seves cançons com si els hi anés la vida. Entre ells jo. “Indestructibles”, “Ayer”, “El eje del mal”, “Van a por nosotros”… Darrera, l’extravagància dels mallorquins Oliva trencada. La proposta curiosa, amb la veu molt distorsionada, no em va atrapar. Crec que se’ls ha d’anar a veure sols per entrar-hi fins al fons. Espero que un altre dia ho pugui fer, perquè entrar en el seu particular món, ha de valer la pena.

I s’obrien les cortines de l’escenari Montsoriu i es veia la figura del gran Jordi Lanuza. Gran d’aspecte i de fets. I dels seus Inspira: en Fer Acosta, en Dario Vuelta, en Cristian Diana i acompanyats a la bateria per en Pau Vallvé, que, si era difícil igualar l’anterior “Escapistes”, podríem dir que, si no l’han superat amb “Amunt!” poc ha faltat. I el seu directe cada vegada és més precís i commovedor. En Jordi és un bon paio i així ho transmet dalt l’escenari. Un concertàs!

Després va venir un petit impàs, no pas qualitatiu, però si de forma. M’explico. Era el moment de la nova versió d’Espaldamaceta. El professor d’institut tarragoní Jose Juan González ha deixat enrere la guitarra de niló i ha agafat l’elèctrica i s’ha buscat la companyia d’en Lluís Chabuch al baix i en Carlos Brull a la bateria per crear un nou ventall rítmic. No n’havia escoltat res amb la nova formació i jo era molt d’Espaldamaceta. Les seves cançons per tallar-se les venes amb els seus comentaris irònics i divertits entre cançó i cançó en un concert, han estat grans moments que he viscut. No dic que no m’agradés. Dic que necessito temps. I a continuació era el torn de La iaia. Era l’únic concert que faran aquest estiu, ja que estan gravant el nou disc que veurà la llum al setembre. No sóc fan afèrrim, però m’agraden algunes de les cançons del seu “Les ratlles del banyador”, però crec que van tocar els hits massa d’hora i el meu interès va decaure. Van presentar algunes cançons que formaran part del nou disc, com per exemple “On ets Matilde”, però crec que les noves cançons encara necessiten una mica de rodatge en directe.

I després d’aquest impàs, era moment de la traca final. Helena Miquel i Oscar D’Aniello o el que és el mateix, els Delafé y Las Flores Azules. Ens van fer ballar, saltar, cridar… Axim-Delafé! Axim-Delafé! Axim-Delafé! Axim-Delafé senyora! Al·lucinar amb la manera de moure’s i lliscar per l’escenari de l’Oscar. El seu “De ti sin mí/de mí sin ti” és agradable d’escoltar, però res comparable amb veure’ls en directe. Si en teniu l’oportunitat, aneu-hi!

I arribava el final de la novena edició del PopArb. I no ho feia de qualsevol manera, noooooo! Ni més ni menys que amb en Joan Colomo reinventant la ràdiofórmula. Una flipada. Tothom de indies moderns cantant i ballant com si ens hi anés la vida. Cançons de la Rihanna, Adele, Duncan Dhu, Sergio Dalma i un llarg etcètera d’artistes i grups que si un dia et diuen que cantaràs fins a plorar (de riure) no t’ho creus. Doncs ho vam fer. I ben feliços. Un gran fi de festa!

El PopArb és un festival que té cura de tot. Dels artistes, del públic, però sobretot del poble que l’acull: Arbúcies. I ens agrada que no creixi amb desmesura, que es mantingui fidel, tot i les adversitats, als seus orígens i sigui curós amb l’entorn que l’envolta. És, com va dir la Júlia Bertran, la Festa Major dels indies catalans. I que sigui per molts anys!

Text: Jordi Daumal

Fotos: Alba Nàjera

Faraday Festival 2012: torna el clàssic!

Vilanova i la Geltrú, 29 i 30 de juliol

Que maco és el Faraday Festival! Sí, s’ha de dir ben alt, pocs festivals fusionen tant bé entorn i cartell (*). Un lloc bonic, un aforament humà i un repertori ric en matisos. Què més es pot demanar? Preus econòmics en les consumicions? També els té! Felicitats als organitzadors. En el plànol musical, el que ens ocupa, hi hagué de tot i tot força correcte.

Com que hi passaren uns quants ens imposarem concreció. M’ha vingut al cap aquelles cròniques post-partit de futbol on es puntua i qualifica de forma breu l’actuació dels jugadors. Vinga, provem-ho!

DIVENDRES 29 – 1a PART

 Ainara LeGardon  Excèntrica No és que la bilbaïna es comportés de manera estranya sinó que es situà lluny del centre, concretament a l’esquerra de l’escenari. Sons contundents que recordaren l’indie dels 1990’s, marca de la casa, doncs l’Ainara fa ben bé vint anys que es passeja per les tarimes.
 Joaquín Pascual Xiuxiuejant El veterà músic manxego va fer una repassada al seu darrer treball en solitari, La Frontera. Un recital de cadència pausada i amb arranjaments orquestrals molt suggeridors que malauradament va sonar lleugerament reverberat, fet que impedí entendre amb claredat unes lletres plenes de històries humanes.
 The Bowerbirds  Delicats Les primeres notes van deixar clar que els nord-carolins afinen i afinen molt bé. Suaus, tendres amb textos sincers embolcallats d’un estil preciosista que, en comptades ocasions, ralentitzaren en excés els bioritmes del públic. Val a dir que el regust de boca va ser bo, més que notable, fent honor d’una merescuda bona fama entre els amants del folk pop.
Herman Dune  Optimista El duet francès va fer gal·la del seu bonrrotllisme melancòlic i van aconseguir omplir, musicalment, l’escenari gran del Faraday amb veu, guitarra/ukelele i bateria. Un so impecable que beu de diferents fonts i estils que aconseguí acontentar el respectable. Solvència contrastada i ideal per a un festival d’aquestes característiques.
 Ginferno Frenètics Els madrilenys porten més d’una dècada trepitjant els escenaris però esdevingueren, personalment, una de les més grates sorpreses del Faraday. Força i originalitat, ingredients que feren vibrar els allà presents, els quals demandaren una impossible (per qüestions d’horari) pròrroga. Molt recomanables.
Love of Lesbian  Ensopits Un dels plats forts del festival al que li va faltar condiment. Al nostre entendre Balmes i companyia van sortir a mig gas, mancats de gana. Un repertori que no inclogué alguns dels seus himnes i que es centrà bàsicament en el seu darrer treball. Ho anunciaren de bon principi, no enganyaren a ningú, però com a resposta aconseguiren un sospir de decepció per part dels que, al cap i a la fi, paguen, els seguidors.
 Fasenuova  Inconformistes Uns altres que porten la tira d’anys i, en aquest cas, allunyats de les etiquetes. Industrials? Potser sí, però el ritmes electrònics i crits compulsius semblaren fruit de la improvisació i el frenesí del moment. Una experiència no apte per totes les oïdes.
Nu Niles  Revitalitzants D’un pare hippie i una mare punk rocker va nàixer, segons explicà ell mateix, en Mario Cobo, cantant i guitarrista del trio. Normal, doncs, que les seves cançons esdevinguin un còctel energètic de Rock’n’Roll, Punk, Tex-Mex… Un magnífic punt i a part que tancà la tanda de concerts del primer dia.

DISSABTE 30 – 2a PART

 Senior i el Cor Brutal  Valencians  I és que quan es parla d’aquests madurs xiquets, ‘valencians’, deixa de ser topònim per a convertir-se en adjectiu qualificatiu. Les seves lletres fan gran la parla que s’estimen i sense aparents pretensions patriòtiques fan del seu directe una mostra palpable de sinceritat i reivindicació ciutadana. El seu rock és americà però per les seves venes corre, en sentit positiu, orxata de xufa.
Juli Bustamante + Fred i Son Veterà Sens dubte la veterania és un rang i Juli Bustamante es va encarregar de demostrar-ho. Nascut l’any 1951 el també valencià deprèn pels porus de la seva pell humor, simpatia, bon ritme… vaja, tot un model d’actitud artística i vital amb un savoir faire 100% mediterrani. Actualment són uns quants els joves artistes que li rendeixen tribut, com a mostra la versió que Renaldo & Clara van fer de L’esperit de la pluja. Gran colofó final.
 Esperit!  Portentós Mau Boada és un portent, una màquina de fer música. Amb l’ajuda del looper elabora melodies captivadores que hipnotitzen i carreguen les piles. Tot un goig veure’l treballar, no només pel resultat sinó per la seva naturalitat, gratitud i evidents mostres d’il·lusió.
 Frida Hyvönen  Profunda Potser massa, després d’Esperit! el concert de l’extravagant sueca va resultar excessivament dens. Les melodies interpretades al piano amb unes lletres carregades d’històries personals i al·lusions a la ciència i rols socials esdevingueren anestesiants. No posarem en dubte la qualitat artística de la seva proposta però probablement hauria d’haver ocupat un altre lloc dins el programa.
 Josh Rouse & The Long Vacations  Solvent Les seves composicions amables i tendres compten amb el beneplàcit de públic i crítica. De totes maneres i malgrat oferir un concert més que correcte el conjunt sonà mancat de força, fet que propicià puntualment una manca de complicitat i atenció per part del públic. Sonaren alguns dels seus temes més coneguts, fet que revifà els ànims i acontentà a molts.
 La estrella de David Alegres En aquesta ocasió el qualificatiu és tant irònic com alguns dels seus comentaris. La veu ensopida de David Rodríguez entonà una suma de temes romàntics i aparentment tristos que en conjunt sonaren una mica monòtons.
 Pegasvs  Estàtics Col·locats cara a cara, costum adquirit pel duet, no van dirigir pràcticament cap mirada al públic, cosa que els va fer semblar distants, a la seva bola. Musicalment l’actuació va ser correcta amb alguns moments remarcables a càrrec de potenciòmetres i sintetitzadors de sonoritat analògica.
 La Casa Azul  Enregistrats Guille Milkyway ha ideat una posada en escena visualment molt atractiva, capaç de convertir en una festa els seus concerts, com va succeir en aquesta ocasió. Les projeccions audiovisuals feren de l’acte tot un espectacle de llum i color però amb un tuf permanent a música enllaunada. Com a sessió disco no se li pot retreure absolutament res i, el més important, va fer vibrar els allà presents.

Ho sabem, hi han jugadors que se’ns han quedat a la banqueta (Gran Amant, Mates Mates i Ocellot). A aquests demanar-los disculpes doncs no aconseguírem arribar a temps per veure’ls en acció. Estem convençuts, però, que la seva actuació va ser brillant.

Com a conclusió, finalitzat el  match, podríem dir que el Faraday, després de 9 edicions, s’ha convertit en un clàssic indispensable que, any rere any, demostra que no es necessari un gran “estadi” per jugar bé al tiki-taka.

(*) Com ara el Petit Burg Festival 😉

Text: Alex Reuss

Fotos: Sergi Moro