Bonnie Prince Billy

BONNIE “PRINCE” BILLY. ¡GRANDE!

Bonnie “Prince” Billy: “Now here’s my plan” (2012)

[xrr rating=8/10]

Will Oldham parece que ha encontrado finalmente la máscara con la que se siente cómodo, porque Bonnie “Prince” Billy es el alias con que el músico originario de Kentucky está creciendo y desarrollándose. Atrás quedaron Palace, Palace Music, Palace Brothers, Palace Songs; hasta el propio nombre de Will Oldham fue utilizado y descartado como etiqueta bajo la que publicar sus discos. Pero todo suma. Del heterodoxo y transgresor songwriter alternativo que jugueteaba con el neocountry hasta este artista maduro y consciente de sus posibilidades han caído más de 20 discos y una evolución hacia la sobriedad y la depuración ejemplares.

“Now here’s my plan” es un trabajo de autoversiones. Bonnie “Prince” Billy mira hacia su propio pasado (no es la primera vez que lo hace) y nos regala con material viejo un espléndido EP de seis canciones. Lo que en otro músico podría levantar suspicacias, reciclar material ya grabado, en Oldham es pura delicia. Las seis temas suenan con coherencia interna, en una propuesta sonora donde la emoción se viste con ropas sencillas y cotidianas. Él canta mejor que nunca y los duetos vocales con Emmet Kelly son sobresalientes. La banda suena con empaque cuando la ocasión lo requiere pero la apuesta es clara por el medio tiempo. Unas gotas de honky-tonk, mucho de country impuro, algo del Dylan menos “exótico” de Desire… Pero, al fin y al cabo, solo Bonnie “Prince” Billy, su música y sus historias de amor, culpa y redención.

Will Oldham está ya en la posición del que se sabe autosuficiente; del que puede manejar un sonido que, bebiendo del country y la americana, suena como si lo estuviera recreando en cada disco. Bonnie “Prince” Billy trabaja con mimbres trillados y mil y una veces reutilizados pero sabe darles una forma absolutamente única y reconocible. Poco importa lo que diga la crítica y lo que marquen las cifras de ventas de discos o de asistencia a conciertos porque es pura antología viviente de la música popular norteamericana. Si ese es su plan, ya está hecho.